SIN PAPELES, Y SINVERGÜENZAS

Lo que debería ser una buena noticia, en una gris mañana de domingo, nuevamente se transforma en  motivo de indignación, con algunos medios de comunicación, con esas legiones de hipócritas, falsos progresistas de nuevo cuño.

El ayuntamiento de Vic, regido por CIU, y donde radica la cada vez más presente Plataforma per Catalunya, va a parar un poco los pies a esas hordas de inmigrantes, mayoritariamente árabes y subsahararianos ( pero también de diversa estofa ), que llegan en su patera de turno, montan su circo, se empadronan, y por arte de birlibirloque, ya tenemos gente pseudolegalizada, con domicilio “estable”, y con derecho a Sanidad, ayudas, etc. Con mis impuestos, claro. Con mi humilde nómina, o peor, con mi ridículo subsidio de paro.

Mantenednos, infieles! Mientras, sembraremos vuestra tierra de fanatismo, suciedad, gritos, sharia,  de delincuencia, exigiremos mezquitas, sino minaretes. Os quitaremos vuestra infecta cultura, tradición, convicciones, religión al que la tenga; y le impondremos la nuestra al que no la tenga. Porque es la única verdadera. Y porque Allah es grande, coño. Y porque así lo dicta nuestro gurú Osama Bin Laden. Disimularemos haciendo ver que somos gente de bien, honesta, morito bueno, paisa.

Tal nos dicen esos zánganos. Y un alcalde sensato quiere poner freno. Inmigración? Bien, pero bajo control. Los parásitos a su casa. ¿Qué hay de malo en poner orden en el caos en que los gobiernos de Aznar y Zapatero, con la aquiescencia de un Triste-Partito, y el aplauso de los patéticos IU han creado en materia de inmigración? Ordo ab Chao. Unos no controlaban, absortos en sus macro negocios del ladrillo y sus reuniones en ranchos yanquis. Otros crearon el afamado efecto llamada. Tal para cual. Y el españolito medio, con cara de idiota.

Y vienen los de EL PERIODICO, tan progres ellos, y convierten la noticia en una especie de denuncia falaz y sectaria, hablando de “delación” a la policía. Y en su contraportada, me califican al alcalde con un “suspenso”. Poco menos que la persecución de judíos, se repetirá la noche de los cuchillos largos... los nazis mandan en Osona. Se me va la olla, pero es que me enervan. ¿Qué ha sido de la línea editorial que marcaba Antonio Franco?. Son la sucursal catalana de Tele Zapatero, perdón, de La Sexta. Con una diferencia, no tienen las presentadoras de 11 sobre 10 que tiene la cadenita de marras. Sin vergüenza, ninguna. Pues yo le doy un 10 al alcalde y a los que hayan apoyado la iniciativa. Haría bien don Manuel Bustos en copiar la idea para Sabadell, pero no, por supuesto, don Manuel es un mandarín del PSC. Y ahí tenemos los resultados. Legiones de respetabílisimas inmigrantes por la calle Sol i Padrís, tirando de tres o cuatro churumbeles, bien alimentados por nuestros impuestos, y un avanzado embarazo, que el Parc Taulí les guarda la cama. El marido? En cualquier bar de Torre Romeu, no trabajando, hombre, que tanto engendrar arabitos cansa, eh Abdul?

Tanta estupidez, tanta ineptitud, tanta hipocresía, tanto venderse a lo que ellos consideran erróneamente “políticamente correcto”, que para ellos es quitarnos el pan y dárselo a aquellos que quieren invadir no solo nuestra tierra, creyéndose con derecho a la reconquista de Al Andalus, sino nuestras costumbres, nuestra cultura, nuestra civilización –si le podemos llamar civilización a lo que en occidente hemos permitido crear. Tanta desfachatez me hace reflexionar. Y me lleva a pensar que este país, y muy especialmente mi querida Catalunya, necesitan, y con urgencia de UVI, un cambio, y radical en la medida de lo posible.

Decían aquello de que quien olvida sus raíces, etc. Bien, olvidar, no olvidamos, pero talibanes y otros nos las quieren arrancar. Debemos impedirlo. Nazis? Racistas? Xenófobos? Sionistas? Que sabrán ellos lo que significan realmente esas palabras! Palabras de las que se arrogan para permitir que nuestra tierra, se acabe convirtiendo en un vertedero de la mierda que vomita esa raza que se ríe de las alianzas de civilizaciones, agazapados en sus nidos de águila en alguna remota colina de Afganistán.