25 de diciembre de 2009

Ci vediamo 2009... At long last!

Bueno, bueno. Se nos va 2009, año atroz. Mal empezó.

"Esto se acaba, señores". La voz del jefe Pradera sonaba triste. Dos meses antes una frase suya me retuvo con él: "Qué debo hacer para que te quedes?". Una noche en blanco me dio la respuesta, y me quedé. Mal. Muy mal. Otro gran acierto del Báez.

Sonaba triste, y era mediados de Enero. A partir de ahí, un cúmulo de sinsentidos, ataques de nervios, de no-saber, de esperar. Esperar, un verbo que mal conjugado se convierte en desesperar.

"Os vais a enterar de lo que es una empresa". Esta vez sonaba amenazante, era junio. Mientras, la crisis ya se había enquistado en un país que la había negado. Desaceleración le llamaban. Cada día miles de trabajadores, de todos los sectores, engrosaban las colas del tétrico INEM por toda España. En eso, Catalunya no es diferente. Mejor dicho: íbamos, vamos, iremos, por delante.

Y nos enteramos. De lo que era una empresa. Especialmente yo, a quien 30 años en el sector probablemente no habían curtido lo suficiente. ¿A mí me van a enseñar lo que es una empresa? ¿Después de mas de doce años trabajando para el grandísimo cabrón chileno?. Ja!. Pues mira, chaval, con una semana tuvieron bastante para demostrarme de lo que son capaces una banda de sinvergüenzas sin escrúpulos. Ni el puerco chileno lo habría hecho mejor. Si me leyera algún chileno, no se me ofenda, es un puerco chileno, como podría ser cerdo mozambiqueño.

Pues mira, nos enteramos. Y de que manera!. Solo me llevo de Barnatrans el honor de haber conocido a un tipo sensacional, de nombre Alfredo, de apellido Matías, de profesión idiota, digo, transitario, como yo; de vocación abogado, y de religión judía. Un honor, de verdad. Del resto, me queda la amargura, compartida con mis ramonedianos, de haber sido víctimas de una estafa planetaria, al más puro estilo PSOE. Cuando escribo esto, aún quedan algunos de mis ramonedianos en el lúgubre campo de batalla; yo, ágil como me convertí por necesidad, pude huir como solo saben hacer los valientes de verdad. O los desesperados.

Pero me dejé pertenencias importantes, además de un tupper de comida. Pertenencias, que como tantas cosas, solo valoras cuando las pierdes, a saber: ilusión, esfuerzo, salud, alegría, amplitud de miras, comprensión, dignidad. Y alguna que me dejo.

El despojo de lo que fui aterrizó en otro sitio, donde me gano la vida hace dos meses.

Y ardo en deseos de que termine este nefasto, tétrico 2009. Nada, nada de lo vivido ha merecido la pena. Gente que merece, por edad, por esfuerzo, por dedicación, vivir con una cierta tranquilidad, ha perdido su empleo; alguna persona cercana a mí por cierto, y dando de pleno en la estabilidad de mi hijo. Y en eso, yo como la Esteban: "Por mi hijo MA-TO!".

Y otros, también cercanos a mí, esperan un desenlace, ignorando que va a pasar el primer trimestre del 2010. Y esperando que la voluntad zen japonesa sea benévola. Toda una vida para estar a expensas de que cuatro mal llamados empresarios, decidan si ya no vales una mierda.

¿Ha valido la pena?. Solo es trabajo, claro. E hipoteca, señor mío. Y lo que no es hipoteca.

Da pánico afirmarlo, pero dudo que 2010 pueda ser peor. Decía alguien ayer que el 2009 ha sido horríbilis-plus, y que 2010 solo será horríbilis. Bien, amén. Que ZP le oiga, y los PPeperos no jodan la marrana, te alabamos Señor.

Algo bueno puede aportar este 2010 que se nos echa encima: es muy probable que en otoño en Catalunya acabemos con ese circo del tripartito, y vuelva la sensatez y sentido común a la tierra del 'seny'. Y podremos evitar que cuatro descamisados con menos votos que España en Eurovisión dicten las normas. Sus normas. Es que son progres de salón, pero siguen bebiendo absenta, y yo tengo recuerdos de la absenta en el Barri Gòtic de mi Barcelona, y no sienta nada bien, la verdad.

Ciao 2009. Fuck off 09. Llévate contigo los malos tragos vividos, personales y colectivos. Que este país vea una luz de esperanza, la que al final del libro siente Robert Langdon traída por el rayo de sol matutino en Washington, iluminando la cúpula del obelisco.

Esperanza, la que nos han quitado a jirones doce meses aciagos; y que incluso los que no hemos salido tan mal parados querríamos recuperar.

Futuro, el que queremos ganar, y no el que nos planteaban en Terminator. "No fate" ¿recordáis?.

Adiós, para siempre, 2009. Piérdete, mucho, de verdad. Para siempre.

12 de diciembre de 2009

DE LEYES ISLÁMICAS

Leo, con estupor, que la policía catalana, mis queridos Mossos, cuyo prestigio ha tirado por los suelos la ineptitud sin parangón de un proto-comunistoide, pseudo-ecologista del tres al cuarto, de nombre Joan, y apellido Saura, han detenido hace pocos días a unos cuantos musulmanes, allá por las tierras de mi abuela, el Baix Camp.

¿Motivo? ¿Ha de haber motivo para detener musulmanes? Hombre, en un estado de ‘derecho’ como el nuestro, pues sí. Vaya. Y lo hay: habían aplicado la ley islámica, y por tanto condenado a muerte por lapidación –o algo peor-, a una chica, que presuntamente había sido infiel, no al Islam, sino a su marido. Hay que jod... Y en Morolandia eso es un pecado descomunal, casi tanto como ciscarse en Allah.

La Sharia. La ley islámica, ya corre por mi Catalunya. Gran desconcierto en la tierra del ‘seny’ y el buen hacer. Y salió un ‘ulema’ o jefecillo musulmán ‘moderado’, de los que han aprendido cuatro palabras en catalán, y pretende que le crean cuando brama que se ha integrado, alardeando de que ellos ya habían avisado a las autoridades catalanas –o sea, entiendo que al proto-comunista inepto-, que se estaba extendiendo el radicalismo islámico por aquí, y que cuidadín que son más brutos que un arado. Como si un ulema, por definición, no lo fuera.

¿Y qué había hecho hasta ahora el inepto?. Poner radares en las rondas, para recaudar, y buen rollito con los ‘hermanos’. Y los Mossos, atados de pies y manos. Pero claro, la chica pudo huir –los salvajes debían ser tan torpes e ineptos como Saura-, y lo denunció. Y ya la tenemos liada. Y nos salen los de siempre escandalizándose. La buena de Pilar Rahola ya está repartiendo guantazos a ‘tort i a dret’ a los árabes, y aprovechará para parir un artículo defendiendo a capa y espada a los judíos y la kippah. Ella es así, me encanta.

¿Nadie quiere darse cuenta de que nos están invadiendo, sin respetar ni un ápice nuestra cultura, nuestra civilización?. ¿Quién quiere un tribunal islámico al lado de su casa?. ¿En Europa? ¿En Barcelona? Pero ¿dónde vamos a parar?. Estos quieren reconquistar Al-Andalus (hablaremos de ello), y a fe que lo están intentando. Ni cárcel ni tonterías: expulsión inmediata. Y punto. Pero mientras el oasis catalán siga en manos de estos incompetentes, les queda menos de un año, poco se va a poder hacer. La mano dura, como digo, solo para los que excedemos los 80 km/hora, en autopista de 4 carriles, a las 11.00 de la noche y sin tráfico. Ah!, no, calla, que es por aquello de la contaminación.

Hablando de esto, un amigo me dijo hace un par de días: “Los árabes son todos como los perros. Hay perros que ensucian más y otros menos; pero todos ensucian y molestan”. Duro, pero debo darle la razón. Fichó hace poco por Plataforma per Catalunya, el nene.

Mientras no les paremos los pies, seguirán inundando nuestro país de su mierda religiosa. Y ojo al parche, que en poco tiempo tenemos por aquí un ejército salafista repartiendo ‘moral islámica’ a golpe de alfanje. Y harán más daño que el 11-M, y no es demagogia, matar a 200 puede ser menos dañino que otras cosas menos sangrientas.

Otra amiga –con la que tengo derecho a roce-, me espetó: “Prefiero a los chinos, esos solo abren tiendas”. Cuando acabé de reír, también le di la razón. Palpo continuamente en el ambiente un creciente rechazo a todo lo que suene a árabe, musulmán. ¿Y quién tiene la responsabilidad de ello?. Los de siempre dirán que somos un país de reaccionarios, que somos racistas, que tal y cual. Los de siempre ignoran en su gran estupidez que son ellos los responsables, porque hay algo que jamás aprendieron en los colegios de pago a los que acudieron: disciplina, respeto. Y esa falta de disciplina y respeto por los demás, han hecho que aquí, en Catalunya, en España, cualquier descerebrado –como me gusta esa palabra- que llegue, se cree con derecho a hacer lo que venga en gana, pisoteando todo a su paso, y encima exigiendo que los españoles les paguemos la seguridad social, que en su país ni saben lo que es.

Los de siempre también se han escandalizado del referéndum en Suiza, donde el pueblo dijo claramente NO a los minaretes. Miren, el día que en Riyadh autoricen a levantar una catedral cristiana, ese día me pensaré si acepto un minarete en pleno centro de Barcelona. Y conste que el mismo miedo me da una iglesia cristiana, que un minarete o una sinagoga. Para mí, no son más que lugares tétricos, donde la razón se diluye en locuras epilépticas, propias de Saulo, antes de reconvertirse en Pablo, y donde la voluntad del Hombre queda anulada por la demoníaca religión, que considero, junto a los Morancos, uno de los peores inventos del ser humano.

8 de diciembre de 2009

(Just like) Starting Over...


Ha sido duro, demasiado duro. Un año para olvidar, o mejor, para que quede en los anales de mi vida como uno de los más intensos, desmoralizantes y demoníacos. Un año más viejo cronológicamente, pero la sensación es de haber envejecido diez de golpe. Así de simple.

Me tuve que parar. Inicié este blog con ilusión y ganas de plasmar sensaciones, vivencias y opiniones de cuanto ocurría a mi alrededor. Pero me paré. La triste realidad se imponía. El estrés, nervios desatados e inseguridad podían más. La lucha diaria en una empresa que se hundía, y sin saber que iba a ocurrir; lo peor: sin saber que hacer, más, no pudiendo hacer nada. Todo eso carcomía física y mentalmente. El bloqueo era absoluto.

Destrozar dos empresas punteras, rentables y a pleno rendimiento, en menos de un año y medio, no es tarea fácil. Requiere un esfuerzo considerable y una buena mezcla de Incompetencia, Deslealtad, Incapacidad, y sobre todo, un Equipo Humano muy bien preparado -MBA's, Esades- capaz de aplicar perfectamente el Principio de Peter, que choca frontalmente con el Principio de Dilbert, el cual en este caso ha sido puesto en evidencia. Y lo han hecho. Casi doscientas personas somos testigos, daños colaterales, claro. El Fogasa está para algo.

Tras el traumático cierre de Inter Ramoneda, por lo que respecta al equipo de internacional, creíamos, así nos lo habían vendido, que nos incorporábamos a una empresa de nivel altísimo. Resuenan entre mis neuronas las palabras de Pradera. "Vais a saber lo que es una empresa..."
Y lo supimos. Vive Dios que lo supimos. Yo, alumno aventajado, lo supe en menos de una semana. Y la sensación de imbecilidad recorría mis entrañas, adueñándose de mi voluntad. ¿Dónde coño me había metido?. A mi jefe vasco -de los de Bilbao, cuidado!-, se la habían metido doblada. A su gente, también. Hoy día ser de Bilbao ya no es garantía de nada, ¿eh, jefe?.

Como buen transitario (dice la sabiduría popular que es Transitario el que no puede ser otra cosa), había pasado por tragos amargos, muy duros, desde que inicé mi "carrera" profesional con 17 tiernos añitos. Pero podría jurar que lo que he pasado con el "cierre-controlado-de-inter-ramoneda-e-incorporación-a-bestin" no se lo deseo más que a una persona -por llamarle de alguna manera-, chileno por más señas. A nadie más.

Mi buen cliente y sin embargo amigo, Miguel A. Martínez, me dijo una tarde de octubre, mientras me oyó al móvil desmoronarme: "Jordi, calma, solo es trabajo...". Trabajo. ¿Trabajo?. No, mi padre no me enseñó nunca que "eso" es trabajo. En fin.

Tras una brutal batalla contra todo y contra todos, con el único apoyo incondicional de una tal Mañé, de nombre Carmen, el 9 de Noviembre aterricé allí donde pudieron recoger mis despojos, sin bajas, ni una; asombroso. Lo hice. Salvé los muebles. Clientes, producción. El listo de La Caixa puede dormir tranquilo, la hipoteca está -de momento- a salvo.

Y vuelta a empezar. O a seguir. 49 añitos cumple el niño en pocos días. Duro, sí. Es una edad en la que en tiempos remotos, un hombre ya tenía su vida encauzada, y la relativa tranquilidad reinaba, física, mental, sentimental y laboralmente. Debe ser la globalización, o el PSOE y su campeón de las mentiras, Zparo, pero ya no es así. Me siento como si aún quedara todo por hacer. Y el cambo climático, claro, ese es el culpable de todo. A Dios gracias que en Enero, tal como profetizó la encantadora Leire Pajín, se producirá un acontecimiento planetario, merced al cual, un negro yanqui ( o yanqui de color, venga, no se nos ofenda nadie ), y un leonés sin vergüenza salvarán el mundo.

Pero, como digo arriba, soy transitario. "Técnico en comercio exterior", queda bien, ¿no?. Es decir, por definición soy burro. Mucho. Y seguiré. Mientras pueda, aunque haya envejecido diez años. O veinte, que puestos a exagerar... ni que yo también fuera de Bilbao, y no de Gràcia Divina.

Y retomo mi blog, a ver si ahora hay continuidad. Y que la González-Sinde no me lo cierre. Juro que no distriburié material con copyright prohibido; que los sociatas están que se salen. Amén