4 de junio de 2010

Que gane Rajoy...? O habrá tiros.

¿Qué pasará si Rajoy no gana las próximas elecciones?.
Fueron expulsados del poder, a causa de una conspiración judeo-masónica mundial, en íntima colaboración con ETA, que los miserables no reconocieron, y que fue disfrazada de ataque islamista, puliéndose en 5 minutos la vida de 200 ciudadanos ( no 200 españoles, pues en aquellos trenes había mucho inmigrante suelto, alguno, seguro, sin papeles pero con tarjeta multiviaje, hay que joderse ).
Aquel día comenzó una carrera histérica por reconquistar el feudo perdido, el castillo de Nunca Jamás, desde donde oráculos irredentos dictaban la vida de españo-listos, de catalanes separatas, de vascos díscolos, de gallegos arribistas, de andaluces gandules, de valencianos llorones, de extremeños sacadineros.

No podía ser. Aquel Bambi baboso era un usurpador, a quien las hordas comunistas auparon, y llevaron al barrio más exclusivo de los Madriles eternos. Y de allí al cielo. Al cielo de los necios.
Gracias a las buenas artes de sus correligionarios y conmilitones, Ansar ha conseguido que hoy en día, Occidente sea una gran mierda, un vertedero donde la hoguera de las vanidades vuelve a prender excelsa, y en ella queman los pobres nuevos-ricos ignorantes ( Pujol dixit ), a mayor gloria de Neo-Cons que, habiendo salvado muebles de sus desmanes merced a dádivas del populacho, vuelven por sus fueros, marcando el paso del planeta, mal que le pese al tontolababa de Al Gore.

Y ha llegado el momento de Don Pelayo. España empieza y termina en el reino de Asturias. Y de ahí para abajo, los moromierdas y los comunistas bolcheviques morderán el polvo. Todos, los de sangre y los que cohabitan libidinosamente con ellos. O los toleran. A la izquierda de Millán Astray, todos fusilados. Haced feliz al vocero histérico Losantos. No mercy. Y a los neo-eco-socialistas, nos los merendaremos; son un atajo de maricas de playa.

Pero ¿y si no?. ¿Y si, gracias a la descomunal capacidad de sacrificio del íbero, la cosa mejora un poco? ¿Y si los malnacidos catalanes, y los pérfidos vascos dan aire al usurpador?. ¿Y si, a hostias, el gran embustero consigue hasta tener una buena idea, una buena decisión, y algo va a mejor, no bien, a mejor?.
¿Y si los dueños del mundo, desde el Hotel de Sitges, deciden que les va mejor el titiritero que otra cosa?.

¿Y si...?.
Cruz de navajas.
Sables cortando el viento, ávidos de sangre caliente, azul por supuesto.
El chulo Aquiles tocado en su talón.

¿Y si...?
Pareciera hoy que todo el mundo quiere fuera al titiritero. Hasta yo, pecador confeso que le votara en su día.
Pero si Murphy se impone, si la doctrina Bean hace mella, si Groucho revende sus principios (los de repuesto, porque los primeros no nos gustaron), tal vez Rajoy pierda las próximas elecciones.

Y ese día, muchos jueces y jurados populares harán falta en la villa y corte; los asesinatos subirán exponencialmente, en la calle Génova y aledaños. Acribillarán al gallego. Y a los suyos. ¿Quién? Los otros suyos. La España eterna, que aún sin vigía de Occidente que vela por ella, sigue viva, acechante, amenazadora, sabedora que Iberia es suya, que nadie se la va a usurpar.

Y yo, ese día, brindaré por la derecha española. La que merecemos. La que un día, acaso mi hijo cuando sea viejo, conocerá.